Los
expertos nos dicen que para que la economía crezca, y un país pueda
desarrollarse, es necesario invertir. Si
bien la inversión no es suficiente para el desarrollo, es necesaria, ya que sin
ella no se generarán los empleos requeridos para que la población salga de la
pobreza. Dicho esto, es evidente que
para un inversionista, particularmente un extranjero, la globalización le
ofrece la oportunidad de invertir en prácticamente cualquier país del mundo. Es cierto que la cercanía a los grandes
mercados es importante, pero lo es cada vez menos debido a los avances, y la
consecuente disminución de costos, en el transporte y las comunicaciones. Siendo esto así, resulta fácil entender que
el clima de negocios que priva en los diferentes países, es decir la facilidad
con que una nueva empresa pueda operar en ellos, es un factor casi determinante
en el cálculo del inversionista. El
clima de negocios en un país es cada vez más importante y en nuestra Honduras
habíamos comenzado a mejorarlo, pero últimamente nos hemos estancado. Veamos por qué.