lunes, 19 de mayo de 2014

Cien días

Recientemente la Administración Hernández Alvarado completó los primeros cien días de su gestión.  Si bien es cierto que cien días es un tiempo muy corto para juzgar a la Administración, resulta muy difícil resistir la tentación de hacerlo.  Así que con la venia de las lectoras, me permitiré caer en la tentación.

En primer lugar, veamos los logros de la Administración. El más importante, a mi juicio, es el optimismo que ha logrado infundirle a la población.  Es innegable que los hondureños sienten que el país ha tomado un nuevo, y auspicioso, rumbo.  Si bien algunos argüirán que no hay razones objetivas que justifiquen el optimismo, la realidad es que la población así lo percibe y siente y eso genera un enorme capital político que usado con valentía y sabiduría por el Presidente permitiría hacer cambios significativos y positivos para la nación.  Solo el tiempo nos dirá si dicho capital fue bien empleado, o si fue dilapidado en aventuras políticas narcisistas, o si simplemente fue preservado sin usar en aras de mantener intacta la imagen popular del Presidente.