Recientemente tanto el
titular del Poder Ejecutivo, como el del Poder Legislativo, anunciaron que se
procederá a revisar las exenciones existentes para reducirlas a lo que sea
congruente con las prioridades nacionales.
En principio, la idea es razonable ya que busca asegurar la equidad en
el pago de los impuestos, es decir, que todos paguemos los impuestos que nos
corresponde y que solamente se otorgue una exención cuando claramente eso
convenga a los intereses nacionales. He
dicho “en principio” porque, como siempre, mucho depende de cómo se
proceda. Si se procede violentando el
estado de derecho, entonces el daño que se ocasiona es más grave que la posible
ganancia de la cancelación de alguna exención.
Permítanme explicar por qué.
domingo, 27 de enero de 2013
lunes, 14 de enero de 2013
ELECCIONES Y LECCIONES
Si comparamos nuestro
sistema electoral con el de nuestros vecinos concluiremos que el nuestro es más
abierto y democrático. Además de que
utilizamos las fotografías de los candidatos,
y podemos cruzar planillas y partidos, contamos con el sistema de
elecciones internas. Estas elecciones,
si son conducidas de manera transparente y honesta, brindan oportunidad a todos
los interesados para postularse como candidatos, y de esa manera poner a prueba
su popularidad y liderazgo. Al final, si el proceso es transparente y
honesto, los perdedores terminan apoyando al triunfador y los partidos se
fortalecen. Otros mecanismos, como la
selección del candidato por una convención, o por un grupo de notables del partido,
siempre generan una percepción de manipulación e imposición. Consecuentemente, los perdedores se frustran
y típicamente terminan creando otros partidos para impulsar su candidatura, con
lo cual el sistema político se llena de múltiples y débiles partidos. Por esta razón, me parece que el sistema de
elecciones internas ha sido un acierto para nuestro país, siempre y cuando el proceso se conduzca transparente y honestamente.
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