El diario
El Heraldo informa que el 24 de julio el alcalde de Teupasenti, Nery Cerrato,
presidió una reunión de la sociedad de ese municipio para socializar la
descentralización de los servicios de salud del municipio. Al parecer, el alcalde ha sido inspirado por
un proyecto similar emprendido por la municipalidad de San José de Colinas con
el apoyo de la UNAH. Según el Vice
Rector de Orientación y Asuntos Estudiantiles de la UNAH, Áyax Irías, la
estrategia que han adoptado se basa en la creación de “equipos de atención con
un radio de cobertura de 2,500 a 3,000 personas” y tiene un enfoque preventivo
para así reducir las necesidades de la atención curativa. Mis felicitaciones a los alcaldes de Colinas
y Teupasenti y para la UNAH.
Por los
vientos que soplan, parece que la UNAH se ha convertido en un positivo agente
de cambio desde que Julieta Castellanos asumió la Rectoría. Bienvenidas estas reformas y ojalá que esto
sea tan solo el inicio de otras propuestas valientes e innovadoras. No obstante lo anterior, me permito sugerirle
a los alcaldes y a las autoridades de la UNAH que lean el Plan Nacional de Salud 2021 preparado por la Administración Maduro
y que proponía la adopción de una estrategia de “espacios poblacionales” de
2,000 a 3,000 personas como la manera más efectiva de atender la salud de la
población partiendo de un enfoque preventivo y en el empoderamiento de las
comunidades a fin de que sean los principales responsables del cuidado de su
salud. Lamentablemente, este enfoque se
perdió en la caótica y destructiva Administración Zelaya, pero es grato ver que
ahora se retoma. Al final prevalece el
sentido común y eso merece nuestro reconocimiento y apoyo.
De igual
forma me permito sugerir a los mismos actores que se informen en cuanto a los
logros del proyecto conocido como Paquete Básico de Salud, también impulsado
por la Administración Maduro con el apoyo financiero del Banco Interamericano
de Desarrollo. Este interesante proyecto
buscaba llevar la salud preventiva a los rincones más recónditos de nuestro
país y nuevamente se basaba en el empoderamiento y la participación de la
sociedad de esas remotas aldeas y caseríos.
En esencia, se parte de que el primer actor en la salud preventiva debe
ser el individuo, la persona, en segunda instancia la familia y en tercera
instancia la comunidad, entendida esta como grupos de 2,000 a 3,000
personas. No debe extrañarnos que
algunos grupos o personas, por motivos mezquinos, se opongan a estas
iniciativas. En particular,
lamentablemente hay algunos médicos que piensan que si el enfoque o la
estrategia no les incluyen como actor principal, entonces ese enfoque está
necesariamente equivocado y debe ser denunciado y combatido. Recuerdo que en algunos casos llegaron hasta
decir que el enfoque propiciaba la privatización de la salud, cuando en
realidad lo que se busca es llevar esos servicios a segmentos de la población
que nunc a habían visto un médico. Que
no sorprenda a quienes ahora promueven el cambio que los defensores de
intereses particulares y egoístas se opongan a sus ideas. Sigan adelante y perseveren para bien de
nuestra población.
Según un
artículo del Center for Global Development, nuestro país se destaca entre todos
por el avance logrado en el cumplimiento de las Metas del Milenio. Según ellos, vamos por buen camino para
lograr casi todas las metas en el 2015.
Sin embargo, su análisis muestra que podríamos incumplir la meta
relacionada con la reducción de la mortalidad materna, es decir, en cuanto a la
reducción del número de mujeres que mueren como consecuencia de un parto. Por otro lado, si bien la desnutrición
infantil no forma parte de las Metas del Milenio, no cabe duda que sea un enorme
reto en nuestro país y que les robe capacidad intelectual a nuestras niñas y
niños. Por esa razón, es imprescindible
y urgente atacar ambos problemas, pero eso solo puede hacerse efectiva y
eficientemente con el apoyo de las madres, de la familia y la comunidad. Es decir que la estrategia que ahora se
retoma se presta efectivamente bien para atender estos dos problemas, así como
para apoyar los programas de desparasitación que, junto a los programas de
vacunación, deberíamos completar anualmente.
Nuevamente,
mi reconocimiento a los innovadores y reformadores. Que sigan adelante y no se dejen influenciar
por los conservadores y defensores del status
quo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario