domingo, 23 de septiembre de 2012

TRANSFORMANDO LA DEI


Históricamente la DEI ha sido una constante preocupación.  Simplemente no recauda lo que a juicio de los expertos debería recaudar, lo cual significa que el estado no cuenta con todos los recursos para financiar el presupuesto.  Es evidente que el presupuesto se ha vuelto totalmente inflexible, con el gasto corriente alcanzando niveles insostenibles, pero por ahora permítanme concentrarme en los ingresos.  En otra ocasión examinaremos el gasto y el aparentemente apetitito insaciable de los políticos en lo referente al gasto.  Volviendo al tema de los ingresos, las deficiencias de la DEI continúan a pesar de las múltiples transformaciones que ha sufrido, a pesar de incontables proyectos de asistencia técnica brindada por varias organizaciones multilaterales y de la constante asistencia que presta  el Departamento del Tesoro de los Estados Unidos de América.  A pesar de todo esto, repito, la DEI continúa cojeando y aún cuando ocasionalmente ha dado muestras de eficiencia, eso solo resulta ser la excepción insostenible.  ¿Qué podemos hacer para transformar la DEI de tal forma que logremos una mejora permanente y sostenible?  Permítanme compartir mis ideas con ustedes.


La pregunta fundamental que debemos hacernos es la siguiente: ¿Cuál es el problema básico de la DEI?  ¿Se trata de una falencia en su organización, o es un tema de sistemas o procedimientos?  ¿Será acaso falta de capacitación en su personal, o deficiencias en el equipo informático con que cuenta?  Tal vez se trata de un presupuesto insuficiente, o falta de recursos para emprender y completar auditorías.  Finalmente, quizá el problema quedaría resuelto si se concentraran en los grandes contribuyentes y por tanto se debería fortalecer la unidad que vigila a los grandes contribuyentes.  Al analizar la situación no puedo dejar que pensar que hemos tratado de atacar los efectos del problema, y que mientras no ataquemos la causa del problema, no lograremos transformar la DEI.  Así que permítanme darles mi opinión.  El problema de la DEI es, y ha sido, su politización.  Los políticos la han usado para colocar a sus activistas y amigos y para hacer favores a quienes desean complacer.  En tanto no se ataque ese problema, no veremos una mejora sostenible y permanente.

Por supuesto que esto lleva a preguntar cómo puede despolitizarse la DEI.  No tenemos muchas experiencias positivas en este tema.  Sin embargo, a mi juicio la solución pasa por involucrar a la sociedad.  Si la sociedad se empodera del tema logrará mantener a raya los políticos.  Para este fin, a mi entender necesitamos una comisión de la sociedad civil que le proponga una terna de candidatos al Secretario de Finanzas y que este deba seleccionar a uno de los tres candidatos para dirigir la DEI.  Para conformar la terna la comisión debe proceder a un concurso de méritos, con audiencias públicas.  Para darle estabilidad en el cargo, la persona así nombrada debería servir por seis o siete años, pudiendo ser nombrada nuevamente al final de un período exitoso, y no podría ser removida de su cargo sin la anuencia de la comisión de la sociedad.  Como sería nombrada por el Secretario de Finanzas, dependería jerárquicamente de dicho Secretario, y tendría rango de Sub Secretario.  El haberle conferido rango de Secretario no tiene sentido alguno.

La persona así seleccionada tendría luego la obligación de contratar una firma de expertos para que evalúen a todo el personal que labore para la DEI en ese momento.  Aquellos que reúnan los requisitos del cargo conservarían su posición, y los que no, vacarían el cargo.  Los cargos que resulten vacantes serían llenados por medio de concursos de mérito llevados a cabo por la firma de expertos.  La firma de expertos haría además una evaluación anual de los resultados de la DEI, y sus recomendaciones le servirían al Director de la DEI y al Secretario de Finanzas para que tomen las medidas que corresponda.

En estos momentos la situación de la DEI se ha tornado crítica al grado que el Presidente decidió intervenirla.  La Junta Interventora está conformada por ciudadanos respetados y conocedores del tema.  A ellos corresponde presentar una propuesta para transformar la DEI.  Ojalá que ataquen el problema desde su verdadera raíz, es decir, que osen proponer que se termine con la politización de la DEI.  Si lo hacen, la nación les quedará eternamente agradecida.  Si no lo hacen, o si simplemente mencionan la politización como la raíz del problema pero no proponen mecanismos certeros para eliminarla, habremos perdido una gran oportunidad.  Que Dios los ilumine para que de una vez por todas terminemos con el cáncer de la politización en la DEI.

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