lunes, 12 de noviembre de 2012

ELECCIONES EN ESTADOS UNIDOS Y SU IMPACTO EN AMÉRICA LATINA


El Presidente Obama logró su relección gracias al voto de los latinos.  Ahora que la euforia ha menguado cabe preguntar que implica la relección para nuestra América Latina.  Durante la campaña y a pesar de la importancia del voto latino, el Presidente Obama nunca mencionó a América Latina y Romney la mencionó tan solo una vez.  Esto no augura bien, particularmente si recordamos que durante los primeros cuatro años de la Administración Obama nuestro continente ha sido relegado al olvido.  Salvo que algo extraordinario ocurra, me temo que lo mismo sucederá en su segundo período.  Veamos por qué.


En primer lugar porque Estados Unidos sigue sumido en una seria crisis económica marcada por un alto desempleo, excesivamente altos déficit fiscal y endeudamiento y un lento crecimiento económico.  De hecho resulta ser que es el primer presidente reelecto cuando la economía muestra esta triste condición.  Por otro lado, la situación internacional se ha deteriorado con la inacabable guerra civil de Siria, con el enriquecimiento de uranio al que se dedica Irán, con una impredecible y peligrosa Corea del Norte y con la guerra en Afganistán.  Estados Unidos tiene las manos llenas con todos estos retos y no tiene ni el tiempo, ni la imaginación, para voltear sus ojos a nuestra región.  Para colmo de males, el Presidente Obama despliega un liderazgo muy curioso; da la impresión que piensa que liderar implica empujar desde atrás.

Seguiremos, me temo, en el olvido, y eso tendrá consecuencias.  El vacío que ha dejado, y seguirá dejando Estados Unidos, será llenado principalmente por Venezuela y sus amigos de la Alba.  Ellos entienden esto muy bien y por tanto se pronunciaban a favor del triunfo de Obama durante la campaña electoral de Estados Unidos.  Resta por ver que tanto envalentonará la relección de Obama a Chávez.  ¿Seguirá promoviendo la presencia de Irán en la región?  Esperemos y veamos que tanto el olvido en el que nos han sumido y la falta de liderazgo de Obama alientan la penetración de Irán en la región.  La política que practica Estados Unidos también conlleva el debilitamiento de los entes interamericanos tradicionales, tales como la OEA, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos y la Corte Interamericana de Derechos Humanos, y el surgimiento de otras organizaciones acuñadas en el sur.  Estamos a punto de entrar en una nueva era en la cual mengua el poder de Estados Unidos en la región y crece el poder de otros.  Esta en efecto sería una oportunidad extraordinaria para Brasil, pero parece que su débil crecimiento económico y su limitada visión geopolítica le inhiben para ocupar el papel que la región pareciera haberles reservado.

Otra consecuencia, negativa por cierto, de la reelección del Presidente Obama será la continuada vigencia de una política y estrategia fallida para la lucha contra las drogas.  Este es otro tema que lamentablemente también estuvo ausente de las discusiones habidas durante la campaña.  Todo indica que en estos momentos Estados Unidos piensa que el problema de la droga se reduce a la producción y el transporte y que el consumo, o la demanda, no es importante y por tanto su responsabilidad se limita a proveer unos cuantos dólares mientras nosotros aportamos sangre, lágrimas y cadáveres.  Esta resulta ser una posición muy cómoda para Estados Unidos y nada cambiará salvo que los latinoamericanos nos unamos y demandemos que Estados Unidos asuma la responsabilidad que le corresponde y cambie su fallida política para el combate a las drogas.

Lo único alentador que surgió de las elecciones en cuanto al tema de las drogas fueron las iniciativas aprobadas por los votantes de dos estados, Colorado  y Washington, las cuales han descriminalizado el uso “recreativo” de la marihuana.  Si bien está por verse cual será la reacción de Washington ahora, lo que parece evidente es que se viene dando un cambio en la población en cuanto la política a seguir en lo referente al consumo de la marihuana.  Es posible que estas iniciativas sean adoptadas por otros estados y que eventualmente Washington cambie su política, al menos con respecto a la marihuana.  Esto sería consistente con la idea de liderar empujando desde la retaguardia que ha desplegado el Presidente Obama.
En cuanto al compromiso del Presidente con los latinos que lo eligieron, ofrezco analizarlo en un próximo artículo.  Basta decir, por ahora, que durante los dos primeros años de su primer mandato tuvo mayoría en las dos cámaras del Congreso y que pudo haber logrado la aprobación de una reforma migratoria.  Sin embargo, por razones políticas, optó por ni siquiera intentarlo.  El último esfuerzo hecho por adoptar una reforma completa fue encabezado por el entonces Presidente Bush.  Al igual que Latinoamérica, este tema simplemente no ha sido importante para el Presidente Obama.

No hay comentarios:

Publicar un comentario