En los últimos días
hemos recibido varias buenas noticias.
Además de la alegría que una buena noticia conlleva, lo que ha ocurrido
demuestra que cuando los hondureños nos lo proponemos y actuamos conjuntamente podemos
lograr éxitos extraordinarios. Eso, a
pesar de los grandes desafíos que enfrenta el país, nos infunde optimismo de
cara al futuro. Pero veamos a que buenas
noticias me refiero.
En primer lugar debo
mencionar la clasificación a la copa mundial.
Para algunos esto podrá parecer trivial e irrelevante, pero para el alma
de la mayoría de nuestra población se trata de un evento extraordinario que le
eleva su autoestima. Es fácil
identificarse con nuestra selección, la cual a pesar de no incorporar figuras
descomunales, contó con un grupo de jóvenes que supieron conformar un equipo
especial. A pesar de la adversidad y de
la dificultad que se perfilaba previo al partido en el estadio Azteca, supieron
hacer frente conjuntamente al reto y salieron adelante. Una excelente lección para todos
nosotros. Unidos podemos lograr mucho;
divididos no llegaremos largo.
También escuchamos
recientemente que, por primera vez en muchos años, logramos alcanzar la meta de
200 días de clase. Algunos dirán que esa
es una victoria minúscula en la batalla por mejorar nuestro sistema educativo,
y hay algo de cierto en esto. Es una
vergüenza que nuestra meta haya sido llegar a los 200 días de clase, pero la
realidad es esa. Alcanzar esa meta
claramente no es suficiente para mejorar la calidad de nuestro sistema
educativo, pero si es necesario. No
puede haber educación de calidad sin por lo menos 200 días de clase, por lo
cual lo logrado representa un verdadero, y anhelado, hito en la lucha por contar
con una educación de calidad. El reclamo
de los padres de familia y de la sociedad en general, la actitud firme del
Ministro y el respaldo brindado por el Presidente de la República hicieron
posible este importante logro. Nuevamente,
esta victoria demuestra lo que puede lograrse cuando todos remamos en la misma
dirección. La nota negativa, en medio de
la celebración, la introdujo don Mel Zelaya, el esposo de doña Xiomara, cuando
nos dijo que el Ministro podría seguir en su cargo en su gobierno siempre y
cuando así lo dispusieran los líderes magisteriales. Una vez más don Mel demuestra su desencuentro
con los deseos de los hondureños. Al
Ministro Escoto se le reconoce, entre otras cosas, su lucha por el control del
sistema educativo, y precisamente alcanzar los 200 días de clase refleja, al
menos en parte, que el Ministerio ha comenzado a tomar control del sistema
educativo. Ahora don Mel quiere desandar
lo andado, destruir lo logrado. ¡Qué
pena que algunos compatriotas consideren votar por doña Xiomara y don Mel! Al parecer algunas personas están empecinadas
en volver al pasado y al caos que caracterizó a la Administración Zelaya.
En otro tema,
escuchamos que un estudio hecho por una firma consultora internacional concluyó
que el programa del bono 10,000 produjo beneficios importantes en cuanto a la
reducción de la pobreza y en lo referente a la matrícula escolar y en la
atención médica que reciben nuestros niños pobres. El programa del bono 10,000 ha sido criticado
por algunos porque, según ellos, genera dependencia y es tan solo un
paliativo. Dicen que “en lugar de
enseñar a pescar se genera dependencia al distribuir pescados”. Sin embargo, estos programas, denominados
transferencias condicionadas en efectivo, han tenido resultados igualmente
positivos en otros países. Los programas
reconocen que la generación adulta sumida en pobreza extrema difícilmente
saldrá de ella por no contar con el capital humano necesario para ello. Pero la situación de las niñas y niños es
diferente ya que en su caso todavía están a tiempo de acumular dicho capital
humano. De allí la exigencia de que los
niños permanezcan en la escuela y reciban una adecuada atención médica; esa es
la base del capital humano. A pesar de
que los beneficios del programa parecieran evidentes, es preferible confirmarlo
por medio de un estudio serio e imparcial.
Dando a César lo que es de César, debemos felicitar a las personas que
han contribuido al éxito del programa.
Completando el
conjunto de buenas noticias nos enteramos de la exclusión de Honduras del grupo
de países que no han logrado reducir a la mitad el porcentaje de su población
que vive con un consumo diario de menos que 2,000 calorías. O sea que hemos podido reducir a menos de la
mitad el porcentaje de nuestra población que vivía con tan bajo consumo calórico. Si bien resta mucho por hacer hasta reducir
el porcentaje a cero, y si bien este es un logro obtenido a lo largo de varios
años, esto demuestra, una vez más, que cuando trabajamos juntos y perseveramos
a pesar de los cambios de gobierno, alcanzamos logros formidables. Nuevamente, nuestras felicitaciones a todos
lo que hicieron este triunfo posible.
A pesar de las buenas
noticias, tenemos ante nosotros un panorama muy
difícil, colmado de inseguridad, violencia, narcotráfico, lento
crecimiento económico y alto subempleo, así como un excesivo déficit
fiscal. A pesar de la magnitud del reto,
las recientes buenas noticias deberían alentarnos para emprender la lucha. Todo comienza con usar bien nuestro voto en
las próximas elecciones, evitando favorecer a aquellos que quieren regresar al
pasado reciente cuando campeó el caos y la corrupción, reflejada
emblemáticamente en la tristemente célebre carretilla.
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